Un hogar sano e intencional que glorifica a Dios no ocurre por accidente. Es algo que estamos llamados a buscar y cultivar activamente junto con nuestro Creador.
Como madres y amas de casa, tenemos el poder de elegir, establecer, influir y adaptar varios marcos operativos para que nuestros hogares funcionen como Dios los creó para prosperar.
Pero—Cuáles sistemas necesitamos para cumplir esta llamada importante?